Con la edad, el cristalino, que es la lente que se encuentra dentro del ojo y que se encarga de enfocar las imágenes, pierde flexibilidad. Por ello, los ojos pierden la capacidad de ver nítidamente a todas las distancias. Este proceso es lo que se conoce como presbicia o vista cansada.
Esta pérdida de enfoque va ocurriendo poco a poco, pero cuando la persona se da cuenta es alrededor de los 45 años de edad. Es un proceso natural que les ocurre a todas las personas. No es una enfermedad y tampoco se puede prevenir. Las primeras dificultades aparecen cuando se leen cosas muy pequeñas, como por ejemplo, un prospecto de un medicamento o un número de teléfono en una agenda. También se pueden manifestar dolores de cabeza y fatiga ocular al realizar este tipo de tareas a corta distancia. Al principio la visión mejorará si se aleja un poco el libro o la costura, etc. Esta situación aumenta con la edad.
Signos y síntomas
- Dificultades para ver de cerca al final del día.
- Visión más borrosa cuando el contraste disminuye.
- Se tiene que utilizar más luz para coser o leer.
- Se aleja el texto o lo que esté haciendo para verlo mejor.
- Fatiga y dolor de cabeza cuando lee.
La presbicia afecta por igual a miopes e hipermétropes, astígmatas y a aquellos que nunca antes habían utilizado gafas. Se manifiesta antes en los hipermétropes. Los miopes con presbicia tienden a quitarse las gafas para leer.
Diagnóstico
Normalmente es la propia persona quien la detecta al observar las dificultades para ver nítidamente los objetos cercanos. El diagnóstico es muy sencillo y se confirma durante un examen refractivo.
Manejo clínico usual
El tratamiento es muy simple. Depende de la edad de cada persona, del estilo de vida, hobbies, trabajo, etc. Se pueden utilizar gafas exclusivamente para leer; o por el contrario, gafas para todo uso.
Hoy en día ésta es la solución más cómoda y la más utilizada. También puede corregirse mediante el uso de lentes de contacto o cirugía refractiva.